Roomful of Teeth: la catedral del sonido
Texto: Noemí Uribe.
Roomful of Teeth, fundado en 2009 por Brad Wells, fueron los encargados de cerrar con el programa del Festival de Arte y Ópera Contemporánea. En el programa incluyeron un repertorio de obras de su más reciente álbum Render, del cual se desprende la pieza High Done No Why To (William Brittelle), y el cual puedes escuchar completo en Sptify. También presentaron piezas del cantante Ted Hearne, actualmente es uno de los más grandes exponentes en el terreno de la escritura.
El trayecto de Romful of Teeth ha sido y sigue siendo de lo más variado en cuanto a su entrenamiento y estudios, pasando desde el canto gutural, el canto gregoriano, la música Hindustani y el canto clásico persa. Han trabajado con compositores entre los que destacan: Merril Garbus, Judd Greenstein y William Brittelle.
El arduo trabajo de estos maestros de la voz se ha visto compensado, en el 2014 ganaron un premio GRAMMY y el elogio de del New York Times.
Brad Wells ha hecho en que el grupo es una banda, no un coro, esto desde la construcción y tecnicismos individuales a los cuales es grupo no encaja dentro de lo coral. El grupo aparte de estar en constante preparación también imparte talleres basados principalmente en la improvisación y técnicas vocales.
Este proyecto va dedicado a la exploración del potencial expresivo de la voz, expandiendo sus técnicas de canto y explotándolas al máximo para desarrollar nuevos vocabularios y crear música. Su canto tiene el mismo efecto que la flauta de Hamelín, pues entre las capellas son capaces de elevarte en un mar de multi- texturas, no hay intervención de la electrónica para crear efectos de la voz ni instrumentos añadiendo capas de sonido.
Es así como el Teatro Ocampo se convirtió en una catedral de sonido, ocho cantantes llenaban el espacio, surcando el viento y usándolo a su favor entre las respiraciones y la emisión del sonido. La música llenaba cada hueco y recoveco del imaginario. Roomful of Teeth puede hacerte estremecer de placer auditivo, y nos dejan en claro que la creatividad y flexibilidad de la voz son asombrosas e increíbles.
Juan Ayala, director de Protovecka y FOCO agradeció y clausuró esta majestuosa a la jornada que, durante una semana, nos llenó y mostro los caminos de la multiplicidad de la música experimental; técnicas, variaciones, exponentes internaciones y nuevos talentos emergentes. FOCOFest aguardará en un silencio dramático esperando que el banquete sonoro vuelva a la ciudad de cantera el próximo año.