Ópera Riesgo, construyendo lenguajes
Texto: Noemí Uribe
En la mesa de diálogo, “Ópera Contemporánea”, se contó con la presencia de algunos de los creativos de Riesgo, ópera que se estrenó en el marco del Festival de Arte y Ópera Contemporánea; así como con la opinión de Susan Narucki, soprano y académica.
“Estuve muy impresionada por la potencia del trabajo y de los intérpretes”, dijo Susan Narucki respecto a la puesta Riesgo, considerándolo un trabajo elegante, que conserva algunos de los cánones y convencionalismos operísticos y que no deja de tener también un lado experimental y desconocido.
La idea original de esta obra es de Juan Ayala, quién la visualizó desde el lado cinematográfico y dialogando con Sosa encontró la posibilidad en una ópera. Todo el universo de Riesgo comenzó a construirse a partir de la anécdota de una crisis económica. Juan Ayala mencionó que la ópera es el medio donde convergen diversos lenguajes.
Rogelio Sosa es un músico y artista sonoro que ha incursionado en varias disciplinas. Inició en las artes escénicas haciendo teatro musical, específicamente con obras de Sarah Kane. Fue así como su búsqueda experimental se extendió a las artes visuales y el performance. Defiende el trabajo colaborativo porque éste permite una búsqueda desde la improvisación, cosa que a él le llama mucho; gran parte de su trabajo radica en la improvisación e intervenciones de espacios. Pero su real vocación es la experimentación musical.
En la ópera Riesgo, Sosa tenía claro que no quería caer en el cliché y en lo solemne. No le interesa la ópera referencial a la música contemporánea, busca una especie de jerarquía armónica que resulte cómoda a los intérpretes. Él compuso pensando en la voz, de esta manera involucra el cuerpo y su composición.
Por su parte, Emma Bertrán, guionista y autora del libreto de Riesgo, comentó que el trabajo fluyó a partir del dialogo que mantuvo con Sosa; ella jamás había trabajado para crear un texto operístico. Su proceso fue muy intuitivo, empezó a crearlo desde los personajes y su esencia, el resultado fue gratificante al exponer personajes vivos en escena, dejando ver su naturaleza.
El director de escena, escenógrafo e iluminador de Riesgo mencionó que el trabajo del equipo fue más que fortuito. Los integrantes en el proyecto tenían una motivación y trabajaron desde ahí, con la fortuna de una comunicación fluida, permitiendo que todo sucediera. Cada uno con una responsabilidad específica que se sumaba a la claridad y visión del resultado colectivo.
Los creativos aclararon la parte que para ellos les hizo más fácil el acceder al trabajo y en esto tienen mucho en común: Sosa defiende el espíritu colaborativo, Emma el diálogo y Fernando la comunicación.
En referencia a la segunda presentación de Riesgo, Fernando adelantó que habría algunos cambios, esto fue que, el dispositivo electrónico no estuvo presente. Finalmente es una puesta que sigue en experimentación, lo cual es totalmente coherente con su búsqueda.
Al ver la presentación con las modificaciones es clara la acotación de Sosa, podía verse que buscaba un nuevo acoplamiento con el espacio físico y su exploración del sonido dentro del mismo. Queda claro que Riesgo tiene ese espíritu de arriesgarse e ir por más.
