Algunas palabras sobre “Experimental Voices”
Texto: Noemí Uribe.
Experimental Voices forma parte del programa del Festival de Arte y Ópera Contemporánea donde Sarah Albu, Carmina Escobar y Theresa Wong dan muestra de su magnífico trabajo. Estas tres exponentes de la música experimental nos dan referencias sobre la multiplicidad de formas al momento de experimentar con la voz y la música.
Carmina Escobar nos ha presentado gran parte de sus facetas en el programa de FOCOFest, desde su trabajo como soprano hasta como artista sonora experimental. En su presentación de Metamorfosis, pieza de su autoría, nos muestra su búsqueda de extender su voz a otras disciplinas entre ellas el multimedia. Carmina lleva al espectador por un viaje casi onírico entre la creación de sonidos y la manera de “manipular” objetos lumínicos.
Metamorfosis es una creación de un universo, entre la sonoridad y las luces podía sentirse que el espectador era parte de una minigalaxia. Los sonidos vocales de Escobar se fusionaban con los electrónicos, dando una sensación de que la materia de diluía y el todo existía en ondas de luz y sonido.
La presentación de Sarah Albu fue más por la improvisación y Cage. Algunas de las piezas que presentó son producto de colaboraciones, como el caso de Riot Grrrl Re-organization, inspirada en la pieza musical Rebel Girl del grupo estadounidense de punk Bikini Kill, donde se reorganizó con ciertos parámetros: cambiando fragmentos, texto y lenguaje. En la mesa de diálogo Albu comentó que ella trabaja más sobre la música clásica contemporánea, y sobre esta hace improvisación y experimentación.
La búsqueda de Theresa Wong va más por entender, explorar cómo la música puede evolucionar, porque hay muchas formas de comunicar el sonido pero las pautas no siempre están presentes ni son determinantes para reproducir música, va más por codificar la idea que tratar de traducirla.
Wong crea pistas a través de música con la que se identifica, explorando el mundo sonoro del chelo con la voz y la melodía. Ella mencionaba que el instrumento, de alguna manera limita el espacio y el movimiento, sin él se hace un poco más libre, como esculpir el aire, esto pensando más en las posibilidades del cuerpo mismo y no en una técnica. De entre sus trabajos más recientes y conocidos está, El Desaprender, una colección de canciones para violoncelo, violín y dos voces, inspirado en Desastres de Francisco Goya.
Movida por incitar la catarsis para el artista como para el espectador va crea vínculos entre sus medios para experimentar lo que le es, por así decirlo, vital. Es innegable la capacidad y la naturalidad con que se conecta con el chelo al punto de volverse uno solo ente.
El talento de estas tres mujeres reafirma lo extenso que es el mundo de la sonoridad y la experimentación, es poco más de hora y median nos llevaron por una variedad de formas, texturas, emociones y melodías, cada una a con su sello, siempre dejando con ganas de más.